Una de mis guarniciones más recurrentes es el arroz, deja sensación de satisfacción y combina con todo. En el día a día, hay que hacer magia, y este platillo al menos nos hace sentir en casa. Afortunadamente, en Cracovia si econtré una arroz que se puede cocinar como yo espero; he intentado variar con otros tipos de arroz, e incluso con cuscus o mijo, pero aunque sabe muy bien, la consistencia no termina de convencer a esta familia de cinco, por lo tanto, me apego a lo que funciona. Además, he tenido que añadir elemento acidez como el limón o el vinagre de manzana para alcanzar un poco los sabores de los que aún tenemos recuerdos.
INGREDIENTES
- 2 t. de arroz largo
- 1 t. de chícharos (ejotes, zanahorias, verdura congelada)
- 1 cda. aceite vegetal
- 4 t. de agua
- 1 cdita. de limón o vinagre de manzana
- sal al gusto
PREPARACIÓN
- Poner el aceite en una cacerola profunda y prender a fuego medio.
- Verter el arroz para dorar, no tanto para que se ponga café pero si suficiente para que cambie de color.
- Agregar la taza de chícharos y sancochar un poco.
- Añadir el agua, el limón o vinagre, y la sal a gusto, subir a fuego fuerte.
- Cuando esté por evaporarse el agua, remover todo para que sea pareja la cocción.
- Apagar el fuego y tapar la cacerola por unos 15 minutos.
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